El mar es un paraíso natural que nos regala el planeta para disfrutarlo con todos nuestros sentidos. Su horizonte azul, el olor a sal, la brisa marinera, el sonido del agua golpeando contra las rocas… No podemos negar que son placeres únicos en la vida.
Sin embargo, este idílico lugar podría volverse todo lo contrario si no lo cuidamos como es debido. Hay gran trabajo de concienciación y educación por delante y, como no, no podemos quedarnos de brazos cruzados.
Es por ello que en las próximas líneas queremos proponerte un plan para este verano: 6 consejos para no contaminar el mar.
¡Te animamos a ponerlos en práctica con tu familia y amigos!
Antes de comenzar a enumerar los consejos que tenemos para ti, queremos aclarar algo; todas las personas que vivimos en este planeta tenemos una responsabilidad común: cuidarlo.
Desde que nacemos es nuestro hogar. Y corre de nuestra cuenta mantenerlo limpio y sano para tener una buena calidad de vida.
Si ya lo estás haciendo, gracias. Gracias a ti y a personas como tú, podremos seguir disfrutando de todo lo que la naturaleza nos da.
Y si todavía no lo haces, o sabes que podrías hacer mucho más, te animamos a ponerte las pilas.
En cualquier caso, a continuación, compartimos 6 iniciativas que te ayudarán a saber cómo no contaminar el mar.
¡Esperamos que las lleves a la práctica!
Lo primero que hay que hacer para no contaminar el mar, es despedirse del plástico. Hoy en día, es el residuo que más daño provoca a nuestros mares.
Lo cierto es que existen auténticos vertederos marinos de plásticos. Algo que afecta de forma negativa al paisaje y a la vida que se desarrolla en estos ecosistemas.
Por un lado, la acumulación de plásticos, puede provocar la muerte de numerosas especies marinas. Y, por otro, si estos animales llegan a ingerir los denominados microplásticos, este material se incorporará a la cadena alimenticia, con las consecuencias que ello implica.
Por ejemplo, si llevas tu nevera con bebidas fresquitas, comprueba que esos envases son sostenibles.
En el caso de nuestro zumo azul, son 100% reciclados y reciclables, con lo cual sirven tanto para refrescarse en un día soleado como para proteger a nuestro planeta.
Haz lo mismo con cremas, protectores solares, botellas de agua, bolsas… Siempre hay un modo de sustituir al plástico. Dale al coco y deja a un lado a este material que tanto daño está haciendo a nuestros mares.
¡Apuesta por el uso de envases sostenibles!
Este consejo está basado en el más puro sentido común. Es la primera respuesta que podemos dar a la pregunta “¿cómo no contaminar el mar?”.
Si generas basura mientras estás en la playa, no la dejes en la arena. Lleva una bolsa donde puedas guardarla y, cuando vayas a marcharte, déjala en los contenedores que suele haber a la salida.
Aún así, antes de abandonar el rinconcito de arena donde has pasado el día, dale una ojeada. Puede ser que sin darte cuenta te hayas dejado algún papel o restos de comida. Llévalos al contenedor, ¡y listo!
Existen personas que han decidido participar de forma activa en este propósito y, por ende, han creado asociaciones cuyo único objetivo es cuidar del mar.
Muchas veces buscan ayudas, apoyos e incluso voluntarios que les brinden soporte para poder llevar a cabo determinadas actividades.
Podría ser buena idea aportar nuestro granito de arena para que, con él, estas personas creen auténticas montañas.
Estas asociaciones saben realmente cómo no contaminar el mar. Y participar o apoyar sus iniciativas, las hace estar más presentes en la sociedad actual.
Cuando hablamos de productos que afectan a la vida marina, nos referimos a productos como la joyería de coral. Éste no deja de ser un ser vivo y su uso abusivo en joyería le está afectando gravemente.
Otras especies que se están viendo amenazadas por el consumo de productos procedentes del mar son el tiburón y la ballena que, a pesar de que su caza está prohibida desde los años 80, todavía hoy se sigue capturando.
Reducir, reutilizar y reciclar. Esta regla debería estar presente en todo lo que hacemos diariamente. De este modo evitaremos que cualquier residuo llegue al mar.
Existen diferentes formas de llevarla a la práctica. Por ejemplo:
En líneas generales, todos sabemos qué hacer para no contaminar el mar. Lo único que hace falta es tomar acción y hacerlo. Esperamos que con estos consejos sepas cómo actuar.
Cuidar del mar y de todo lo que nos rodea es nuestra responsabilidad. ¡Es hora de asumirla y cumplir con ella!